Maja Philipson eludió la deportación

La familia Philipson vivía en Markveien, calle del barrio de Grünerløkka de Oslo. El 26 de noviembre de 1942, un agente de policía noruego y un miembro de la organización Hirden del NS vinieron a arrestar a Maja Philipson y a sus dos hijos, Charles y Gerd, así como la hermana de Maja, Thora Londin. El marido de Maja, James Philipson, se encontraba entonces en la clandestinidad. Le dijeron a Maja que hicieran el equipaje y que estuvieran listos para partir. El agente de policía salió del piso, y el otro individuo se quedó allí para impedirles la huida. Maja metió en la maleta ropa y otros objetos que consideraba útiles para un viaje con destino desconocido. Luego le dijo a su hija Gerd, de doce años, que quemara el álbum de fotos familiar (mostrado aquí) para preservar así los recuerdos que contenía.

El agente regresó a eso de las 14.30. El taxi que esperaba fuera los condujo al puerto. Sin embargo, cuando llegaron al muelle, la pasarela de subida al Donau ya había sido retirada. Esa llegada a destiempo fue, efectivamente, lo que salvó a la familia de la deportación.

La cuestión sigue siendo si el policía retrasó deliberadamente la salida en taxi del domicilio. Maja Philipson testificó en beneficio de este agente de policía durante el proceso al que fue sometido en la posguerra.