«Esta noche habrá fiesta otra vez y ahora se recogerán los paquetes pequeños»

El significado de esta frase en clave era que los niños judíos serían arrestados al día siguiente, el 26 de noviembre de 1942. Al recibir el mensaje, Sigrid Helliesen Lund, de la organización humanitaria noruega Nansenhjelpen, y la psiquiatra infantil Nic Waal pensaron inmediatamente en el orfanato judío de Oslo. Nic Waal se fue allí directamente y, junto con la supervisora del orfanato, Nina Hasvold, hizo que los niños se pusieran sus mejores ropas, dos conjuntos. Los niños se colaron por la puerta trasera con las botas en la mano. Nic Waal los condujo a la casa de Gerda Tandberg en la calle Veslekroken 1 de Ullern. Antes de tuviera lugar la siguiente deportación de judíos, algunos de estos niños fueron puestos en seguridad en otros lugares de Oslo. Sigrid Helliesen Lund contribuyó a su huida aportándoles alimentos y otros artículos de primera necesidad.

El taxista Martin Solvang condujo a los niños hasta la frontera con Suecia. Ola Rauken y Ola Breisjøberget los pasaron al otro lado. Catorce niños del orfanato se salvaron y vivieron en Alingsås, Suecia, hasta el fin de la guerra.