La República de Weimar

La República de Weimar (1919-1933) fue el primer régimen verdaderamente democrático de Alemania. La República se fundó a raíz de una derrota militar que supuso la humillación nacional de los alemanes, y de una revolución. Con ella se crearon no sólo los cimientos de la pluralidad política y cultural, sino también el germen de la ansiedad y el conflicto. Las instituciones democráticas tenían una débil base popular y los horrores de la Primera Guerra Mundial, unidos al aumento de las desigualdades sociales y políticas, conllevaron la radicalización política.

El Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP, por sus siglas en alemán) fue fundado en 1920 como un partido racista y antisemita, contrario a la República de Weimar y a las condiciones impuestas a Alemania en el Tratado de Versalles. El NSDAP, liderado por Adolf Hitler, se basaba en el modelo fascista del culto al Führer (Guía). Tras el golpe de Estado fallido de Munich en 1923, se prohibió el Partido por un breve periodo de tiempo. Sin embargo, Hitler y sus más próximos colaboradores decidieron convertir al NSDAP en partido de masas, al obtener influencia política gracias al triunfo en las elecciones generales. Después de su designación como Canciller del Reich en 1933, Hitler reorganizó el Estado alemán según el Führerprinzip (‘principio de autoridad’ o lo que viene a ser lo mismo: ‘jefe supremo y absoluto’), aboliendo, por lo tanto, el sistema parlamentario y las instituciones democráticas.